Una prueba rutinaria
A: ¿Qué ve aquí?
B: Pues… Una mancha negra.
A: Interesante… - toma nota.
B: Perdone, ¿qué es lo que está…?
A: ¿Y aquí?
B: La verdad es que no estoy muy seguro… Diría que es otra mancha negra.
A: ¿Otra mancha negra?
B: Sí… ¿Por qué? ¿Qué debo ver?
A: Nada especial, no se preocupe. Sólo se trata de una prueba rutinaria.
A vuelve a tomar nota y guarda todo en una carpeta. B se queda mirando confuso.
B: Perdone, pero no entiendo muy bien qué estoy haciendo aquí.
A: Por favor, quiero que mire un momento de izquierda a derecha a un ritmo lento y constante – le pasa una linterna por los ojos.
B: Mire, resulta que yo estaba en mi casa y, de repente, me he despertado aquí sin saber…
A: Dígame qué es lo que recuerda.
B: Pues, como le digo, estaba yo en mi habitación…
A: Habitación, interesante… Eso antes no lo ha dicho… Prosiga, por favor.
B: Pues… Como le decía, estaba ahí, conté una noticia a mis padres y… No recuerdo más.
A: ¿Y qué noticia era?
B: A mis padres.
A: No, la noticia.
B: ¿Qué noticia?
A: La que contó aquella noche.
B: Ah, no la recuerdo...
A: Interesante. Vamos avanzando. Prosiga, por favor.
B: El caso es que después de aquello me dormí y me parece recordar gritos...
A: ¿Gritos? ¿De sus padres?
B: Yo no tengo padres.
A: ¿Su vecina pues?
B: Lo siento. No recuerdo. ¿Tiene un vaso de agua?
A: Por favor, céntrese.
B: Disculpe, pero estoy empezando a agobiarme... Esto parece un bucle.
A: De acuerdo, ¿qué ve aquí?
B: Pues… Una mancha negra.
A: Interesante… - toma nota.
B: Perdone, ¿qué es lo que está…?
A: ¿Y aquí?
B: La verdad es que no estoy muy seguro… Diría que es otra mancha negra.
A: ¿Otra mancha negra?
B: Sí… ¿Por qué? ¿Qué debo ver?
A: Nada especial, no se preocupe. Sólo se trata de una prueba rutinaria.
Comentarios
Publicar un comentario